Olympic Arts Festival.

Desde esa introducción a la pintura en las paredes, Fitzpatrick creía que los murales de Los Ángeles tenían que ser parte del festival. "Esta es una forma de arte que cobró vida en Los Ángeles. Venía de una comunidad del periférico y era accesible", dijo, y señaló que los murales no eran solo para honrar a los atletas o invitados que asistían a los eventos olímpicos; eran una forma de presentar la región a la palabra y decir "algo especial sobre la ciudad".
Para ayudar a hacer de los murales un componente de arte público, Fitzpatrick se reunió por primera vez con políticos de la ciudad y dijo que tenía dos propuestas para una declaración de arte público del hombre común. "El domingo por la tarde a la 1 p.m., a las autopistas solo se les permitirían los autos rojos en la autopista de Santa Mónica, solo los autos verdes en San Diego, y solo los autos azules en Hollywood, y así sucesivamente", dijo Fitzpatrick con una sonrisa. "Luego hicimos una foto desde arriba de la congestión del tráfico ... bueno, estaban listos para echarme. Luego dije: 'Tenemos una mejor propuesta; haga arte (mural) comisionado para mostrar cómo es estar en esta ciudad . "