Diplomacia e interés nacional : Una experiencia personal.

La obra del embajador emérito Sergio González Gálvez se asemeja a una escultura trabajada con el mejor mármol de Carrara que, conforme avanza el artista en su obra, se torna cada vez más precisa, nítida y deslumbrante. Su conocida discreción impidió a nuestro admirado ambajador llamar a esta obra una biografía o memoria, aunque no es estrictamente necesario. El ensayo evoca una vida plena, rica en experiencias, en aportaciones porfesionales y a un hombre con gran equilibrio emocional e intelectual. Además, a un patriota y excelente escritor. En lo personal celebro que haya tomado la decisión de llevar a cabo este trabajo porque de no hacerlo se habrían perdido valisísimas experiencias para las nuevas generaciones de diplomáticos mexicanos. No solo de carácter diplomático, sino también del más elevado rango jurídico. En particulares lecciones de valor cívico, de amor por México y de su historia que, al final del día, dictaron su conducta y proceder.