Art is Trash.

“El arte es basura”. Es la firma con la que pone la guinda el artista Francisco de Pájaro a sus esculturas callejeras. Residente actualmente en Londres y de origen extremeño, se encuentra lejos de las basuras amontonadas en las calles de Madrid. Son ya diez días. Y qué mejor que hablar del trabajo del artista que transforma las basuras en arte urbano, con mensajes llenos de humor negro y ácida crítica social. Los monstruos son los protagonistas, las caras de las obras (en ocasiones) efímeras que lleva a cabo Francisco de Pájaro con los desechos que se encuentra en las aceras y que reutiliza para darles vida en el mismo lugar y de paso para desempolvar un poco nuestros atascados cerebros. La verdad es que, así como Banksy hizo su “gira” por Nueva York, creando una obra diaria en los soportes improvisados de asfalto que iba utilizando cada día como lienzo para su trabajo, Francisco de Pájaro hubiera tenido una mina de oro para su creatividad estos días en la capital. Podía haber llenado cada esquina con sus monstruos, mensajeros del sarcasmo. Aunque para monstruos, y esos sí que dan miedo, la botella y sus secuaces.