Reflexiones en torno a la muerte.

TRATAR EL TEMA de la muerte es para muchos algo impensable. Es un tema intocable, casi tabú, Pero con todo se tiene noticia de ella, se sabe de ella, se vive aunque de manera indirecta. La muerte como posibilidad real en el horizonte humano ha sido un tema eludido en el pensamiento cotidiano, pero en cierta medida todos mantenemos una conciencia de ella. Por otro lado está la experiencia de aquellos que padecen alguna enfermedad terminal y que llegan a expresar con pleno convencimiento: he aprendido a vivir con mi muerte, ahora lo que me importa es vivir. Hay experiencias en la vida en donde la conciencia de muerte conduce a una vida plena. Vida y muerte es una paradoja constante en toda persona humana. Una pregunta que surge ante ello: ¿es necesario padecer alguna enfermedad terminal para tener una conciencia de muerte? Las reflexiones a las que invita esta obra es precisamente el atreverse a pensar sobre la presencia de la muerte como algo entrañado en el ser humano, que en vez de provocar una angustia o miedo ha de llevar a un convencimiento de plenitud humana en donde la vida es un tener que ser, no se tiene más remedio que vivir, pero también se debe aceptar la muerte como una posibilidad real. Cada ser humano percibe la muerte de manera única y personal. La muerte es lo único cierto, todos moriremos, no se sabe cuándo, cómo, dónde, ni por qué; una vez que se experimente no hay más explicaciones. ¿Por qué se experimenta angustia ante la muerte y la vida? ¿Por qué existe un miedo tan marcado hacia la muerte en las sociedades contemporáneas? ¿Por qué el pesimista Schopenhauer no aprobó el suicidio? ¿Vivir para morir o morir para vivir?, ¿es posible que desde el desarrollo humano se pueda encontrar un camino? ¿El tema de la muerte puede ayudar a reflexionar sobre la vida y las relaciones humanas?.